Verano en Soto

Hace un mes que estoy en mi pueblo. La verdad es que estoy muy a gusto. Es como si el tiempo no hubiera pasado. La misma gente en la calle, en las tiendas...Saludas a la gente y algunos ni se dan cuenta de que hace un año que no les he visto, ya que en invierno todo el mundo hiberna y solo nos vemos en verano. Una sensacion extraña, como la sensacion de estar en este ciberpuesto del Centro de Acceso a Internet del pueblo, donde solia frecuentar para leer y enviar mails, donde en una ocasión se me escaparon un par de lágrimas, donde mi corazón empezó a latir de nuevo y no ha dejado de hacerlo desde entonces.
Verano de bicicleta sobre todo. De trabajo duro en el jardín, de vida de pueblo total. Empieza a llegar la brisa del final del verano. Las temperaturas han bajado. Solo se oye el ruido de las hojas de los árboles. Es muy relajante. Pero es muy triste en invierno. En unos dias vuelvo a Barcelona. Estoy contenta de haber tomado la decision de venir aqui este verano y de poder volverme a Barcelona con buena sensacion y con ganas de volver a Barcelona. Tengo dos casas. Y tengo la suerte de sentirme como en casa en ambas ciudades. Esto es lo que tengo que asumir. No es necesario romper con todo. Bueno, creo que ya lo he asumido estos dias que he estado aqui.