Semana Santa en la Trinchera

Mi trinchera es casa de mi madre. Solo faltaba que hiciera un poco de mal tiempo para que tuviera la excusa perfecta para cerrar todas las persianas en pleno dia, y vivir encerrados y aislados del mundo. Parece mentira que sea holandesa ya que estos viven, justamente por la poca luz que su clima les ofrece, cara afuera. En Holanda las casas pocas tienen cortinas o persianas. Ir andando por las calles de cualquier pueblo de Holanda es como ver pequeños escaparates con animación a medida que vas andando y pasando casa tras casa. Con los años, y mas estos ultimos, mi madre tiene una obsesion por encerrarse en casa, ya que piensa que todo el mundo esta esperando a que ella abra la ventana para ver lo que hace en casa. Baja el toldo en verano y en invierno como proteccion ante mirones, ante el frio, ante la lluvia. Menos mal que hace unos meses se le rompio, claro esta, aquejado de tanta intemperie. Ahora ya tiene un cerramiento menos, y ya no tenemos que luchar para que nos abra un poquito y deje entrar un poco de luz. De este modo, vivir en casa de mi madre es agobiante, es estar encerrado entre cuatro paredes y no ver mas allá. Acostumbrada a que en mi casa de Madrid podia desde el sofa del comedor ver todo lo que ocurria en el parque, ver las cigüeñas por la mañana, los perros corriendo, las ovejas, los niños jugando, la gente paseando, ver llover, nevar…Vaya contraste! En Madrid no tenia ni una sola cortina en las ventanas y nunca las eché de menos. Creo que tengo mas carácter holandés que mi propia madre. Ahora, tambien con la edad, se ha obsesionado con decir que es catalana, porque lo dice en su pasaporte, y lo dice con la intencion de no querer saber nada de Holanda.
Bueno, a lo que iba, en casa de mi madre es tambien agobiante por la temperatura. Pone la casa a 100 grados. Cuando le he contado a alguien que cuando voy a salir a la calle e intento ponerme los zapatos, estos no me caben bien porque tengo los pies hinchados, me han mirado con cara de que exagero. No exagero. En la habitación que duermo, casi todas las noches tengo que abrir la ventana para poder respirar aire fresco de la calle, aunque sea pleno invierno, y sin haber tenido la calefacción puesta en esa habitación; el calor es tan bestial en toda la casa que habiendo tenido el radiador cerrado de esa habitación, en cuanto abro la puerta la ráfaga de aire del Sahara entra rapidamente y caldea toda la habitación en un segundo. Asi, al abrir la ventana la sensación es como cuando uno va a una sauna, que al salir el frio es apetecible y se agradece.
Otra cosa curiosa es que mi madre era una pasota con la casa. Ahora es una tiquis-miquis. No le puedes tocar nada, y se obsesiona con ciertas tareas, como por ejemplo la plancha. Creo que no vi nunca planchar a mi madre cuando yo era pequeña. De hecho creo que nunca lo hizo. Ahora plancha todo, y te lo dice asi como si lo hubiera hecho toda la vida y no me tuviera que extrañar. En pleno verano, cuando en esta casa tampoco hay quien viva porque lo tiene todo cerrado para que nadie la vea, se pone a planchar!!! Lo del verano en Sant Pere es también digno de contar. Es cierto que durante el dia es mejor cerrar las ventanas para que no entre el calor. Pero es que cuando llega la noche, tampoco abre ni un centímetro, por tanto no deja ni que se renueve el aire ni que entre el aire fresco de la noche. Creo que no he vivido mas calor en esta casa que en ninguna otra.
Esto es lo que me toca sufrir estos dias mientras no cambie el tiempo. Me apostaria cualquier cosa a que llega el martes en el que tenemos que empezar a trabajar todos y el cielo esta azul, el sol radiante y hace una temperatura de verano. Para fastidiar! Bueno voy a seguir fastidiandome, ahora leyendo uno de los 69 temas para la oposición de este año. Casi nada. Se supone que Semana Santa es Penitencia ¿no? Esta es la mia.